domingo, 31 de julio de 2011

A la Hora de las Golondrinas

A la Hora de las Golondrinas
o la vida andariega de Guillermo Sobrino

Cuando alguien nos dice que escribamos una nota de presentación de un libro o de una obra artística, la mayoría de las veces se nos presenta el dilema acerca de la opinión que se quiere decir. Pues ésta en cierto sentido puede direccionarse hacía una crítica del libro y presentarlo ante la sociedad y emitir una opinión que acerque posibles lectores, ya sea para su compra o por su interés literario; o también podría ser un análisis del autor simplemente del vida del autor o que el expositor hable de él para darse bombos y platillos y jamás mencione la obra que se quiere reseñar. También, a veces sucede que un escritor ampliamente conocido o de poca trayectoria que lea su obra y emita un juicio sobre ella.

Y creo que esto último ha sucedido, cuando el notable escritor Antonio Mora Vélez, por quien tengo una especial deferencia desde ha muchos años cuando él ya era un personaje nacional de la literatura de ciencia ficción y yo apenas trajinaba en la cartilla de cartón los primeros rasgos de la creación literaria, me haya solicitado que sea una especie de padrino al presentar la novela A la hora de las Golondrinas en esta 9ª asamblea Nacional de Escritores de Colombia.

La novela en sus 159 páginas, podría decirse que es la evocación histórica de la vida andariega de Guillermo Sobrino, el narrador, quien cuenta su vida de una manera meticulosa y con detalles que va dejando en cada nombre una puerta abierta para hacer otra narración.

La novela en la que se siente una fuerte presencia de la historia, de la historia nacional, que según una aclaración del autor en el corolario está enmarcada entre los años 1951 a 1966 y luego en 1991. Sin embargo a través de un recurso literario de la caja china o matriuska, como dicen los rusos, el autor monta una época sobre otra época y revive episodios de la historia a través de historias novelescas en las que Sobrino, de ser un simple desertor del ejército llega convertirse en libretista, actor y crítico de radionovelas.

El autor tiene el cuidado de ir dejando en cada página una señal, un indició que permite asociar cada momento de la historia con los sucesos narrados. La influencia de la Revolución cubana en la juventud latinoamericana y colombiana es un plato fuerte en la novela y un documento para conocer como fue el connubio entre el partido comunista y el Movimiento Revolucionario Liberal –MRL-, y por qué su fundador López Michelsen siempre expresaba que el Partido Comunista era su quinta columna.

La formación de las células revolucionarias de la naciente JUCO, los cuadros, nombres de aquellos jóvenes que años después estarán en la palestra Revolucionaria del país y la Montería, la ciudad de las golondrinas, pero también de gamonales y terratenientes que en connivencia con las autoridades hacen toda clase de triquiñuelas para apoderarse de los pocos territorios que brindan oportunidades a la sociedad.

La Historia reciente de montería está vertida como si fuese una sábana de dulces sobre una mesa a la que se puede llegar, saborear y comer, las primeras invasiones, la formación del hoy famoso Barrio La granja.

Todo lo importante en Montería se hace a la hora de las Golondrinas. Es decir al atardecer cuando salen del campanario de la Iglesia a volar y oscurecer aún más la noche. La oración del angellus, las reuniones de las nacientes células revolcuionarias, el estudio del marxismo y de las obras que viene de Moscú a través de diferentes embajadas para que sean estudiados por los nuevos revolucionarios, muchos de los cuales años después estarán pelechando de la burocracia, pero otros seguirán firmes en sus convicciones como en el caso del joven Jaime Bateman.

Los amores de Sobrino con Ana Paola son en cierto sentido la cortina que utiliza el autor para llevar de la mano al lector a los hechos en que se vio envuelta la ciudad de las golondrinas.

Pero Toño también le hace un homenaje a sus amigos, aquellos amigos de juventud con quien compartió muchas de las aventuras narradas. A Damaris y Rebeca, dos hermanas pereiranas, cuadros de la naciente JUCO. Así aparecen nombres como Octavio Rivera, Luis Arenales, Rafael Yanes, el alcalde de Montería que unas veces era revbolucionario y otras veces emerrelistas y hasta godo. El cienaguero Remberto Coronel, Benjamín Puche y muchos otros, todos con oficios tales como zapatero, barbero, bracero, etc. En donde el autor quiere resaltar algo muy importante que los miembros iniciales de las células revolucionarias que conformaron en el país en los cincuenta y sesenta estaban compuesta de verdaderos obreros, gente que quería estudiar y analizar el proceso revolucionario que debía darse en el país. El Importante papel que juega a en la ciudad la emisora Radio Cordobesa, una verdadera escuela de formación, no solo para periodista y locutores, sino también para el arte.

Podría decir mucho más, sobre todo de la Geografía y de los paisajes que nos describe, Pero creo que es mejor que sea el autor quien nos hable de su obra, de este libro ameno, agradable, llena de anécdotas, humana, sencilla, escrita con un lenguaje literario y musical que fluye con lentitud para mostrarnos la vida de Guillermo Sobrino, el desertor que llegó a constituirse en uno de los pilares fundamentales del Partido comunista, en tiempos en que era una célula clandestina en La ciudad de Montería, cuyas reuniones las realizaban a la hora de las golondrinas.

Cartragena de Indias, 15 de julio de 2011

Historia del Colegio Cooperativo de Talaigua

Se funda el Colegio Cooperativo

Aunque muchas personas fueron escépticas respecto a la creación del Colegio Cooperativo, la verdad es que esta llegó como una bendición, pues la mayoría de estudiantes que egresaban de las escuelas públicas de varones y de niñas, quedaban a la deriva y era difícil conseguir un cupo en los colegios oficiales del entorno, ya en el Pinillos de Mompox o en el Brugés Carmona de Santa Ana, en el Magdalena.

Sin embargo el 7 de abril de 1969, llegó a Talaigua el licenciado Eugenio Arrieta, que traía en el maletín el nombramiento de rector provisional para fundar y poner a funcionar una institución educativa, reunió un grupo de personas, entre ellos los antiguos dirigentes del proyecto del Municipio y les comunicó que en Talaigua funcionaría a partir de esos momentos un Colegio Cooperativo de Bachillerato y que esperaba la mayor colaboración de ellos y del pueblo en general.

Poco después del hundimiento del proyecto de municipio se dijo que Talaigua había sido elevado a la categoría de Inspecciòn Departamental, lo que en cierto sentido la separaba de la jursidcción de Mompox, en materia administrativa. No obstante eso nunca llegó a cuajarse.

Ya para esos días, esta clase de instituciones creadas por el gobierno de Lleras Restrepo en 1967, venían funcionando en Barranco de Loba, Calamar, San Martín de Loba, San Pablo, Santa Rosa del Sur, Simití y Zambrano, por lo tanto la información que daba Arrieta, quien oficiaba de rector y su señora, doña Alicia Cueto, de secretaria y docente, era bastante cierta. El gobierno buscaba que la sociedad civil se involucrara en los procesos pedagógicos y se auto sostuviera mediante la creación de las Cooperativas Especializadas de Educación, que dirigirían las instituciones, nombrando el rector, a través del Consejo de Administración, algunos profesores, el personal administrtivo y todos aquellos cargos necesarios para el buen funcionamiento del colegio

.El flamante rector del Cooperativo, que se instaló en una de las escuelas públicas, en contra de la voluntad de algunas maestras, inició sus labores a finales de abril de 1969. Arrieta en compañía de su esposa logró matricular veinte (20) jóvenes, hombres y mujeres que se le midieron a una de las empresas más importantes para Talaigua: la educación secundaria. Según los archivos, entre los primeros maestros estuvieron el sacerdote Justo Pastor López, Tomás Miguel Castro, que lo hacía ad honorem, ya que estudiaba en Tunja y Jorge Eliécer Gulloso, a quien la Cooperativa, apenas alcanzaba a pagarle para la comida, la dormida y el lavado de ropa.

Con el apoyo de quienes habían liderado la campaña promunicipio y el escepticismo de quienes veían aquella empresa como una jugada política, el colegio inició su marcha a tropezones y con un grupo de estudiantes muy comprometidos que realizaban actividades, tales como salones, venta de pasteles, carimañolas, días de campo con el fin de pagar el salario de otros profesores y comprar tizas, escobas, tableros y todo aquello que les permitiera un normal funcionamiento. Quizás uno de los mayores problemas de estas instituciones fue que la gente nunca llegó a entender el papel de la Cooperativa.

Posteriormente el Cooperativo funcionó en algunos locales privados y hubo un caso en que fue lanzado por el propietario del local donde funcionaba porque no se canceló a tiempo el canon de los cincuenta pesos ($50.00). En esos ires y venires del Colegio, unas veces viviendo la era de las vacas flacas y otras las vacas gordas, los gobiernos, departamental y nacional comenzaron a meterle el hombro, nombraron nuevos profesores, la gente comenzó a ver la seriedad de la institución y entonces se le dio como sede la Casa Comunal. Allí funcionó desde el año de 1971 hasta el 24 de febrero de 1974, en que se trasladaría a la sede que ocupa actualmente con el nombre de Institución EducativaTalaigua Nuevo .

El terreno fue adquirido al señor don Mamerto Quevedo por la suma de diecinueve mil pesos ($ 19.000), partida esta que había llegado por conducto de un auxilio conseguido por el senador Miguel Facio-Lince López.

La construcción se obtuvo por gestión del párroco Santiago Bernal, un bogotano de empuje y emprendedor, que había sido encargado de la rectoría del Cooperativo, y logró conseguir las partidas necesarias ante el ICCE para la construcción de los tres bloques y la dotación de la silletería.

Además, fue decisiva y determinante la participación de algunas personalidades de Talaigua como Juan Matute Arce, Evangelista Bravo, Ciro Mancera, Octavia Arévalo, Santos Durán, Wilfrido Martínez, Alfredo de la Peña, y muchas otras que realizaron toda clases de gestiones y actividades con el objeto de dotar la institución de laboratorio, láminas escolares, mapas y todos esos elementos propios de la actividad docente.

Por esas circunstancias del destino, debido a la fuerte inundación que azotó al país a finales de los meses de octubre a diciembre de 1973, no solo las instalaciones, sino todo el predio fue estrenado por los damnificados que se refugiaron allí mientras pasaba la creciente.

Formando profesionales

En las aulas del Colegio Cooperativo, hoy Institución Educativa Talaigua Nuevo, se ha formado el presente y el futuro de Talaigua y las poblaciones vecinas. Algunos de sus egresados, profesionales de las diferentes disciplinas de la investigación, el pensamiento la teología y la creación ocupan altos cargos en el sector oficial o en el sector privado. Muchos de sus profesores y de los alcaldes de Talaigua y la región se formaron en las aulas del Cooperativo. En ellas estudiaron Fernando Matute Turizo, alcalde actual del Municipio y también lo hicieron los ex alcaldes Clemente Cruz Góez, Walter De la Peña, Eric Quevedo Mancera y Alberto Mancera Chica. Otros ex alumnos se encuentran fuera del país y son notables profesionales.

La institución como tal representa el más alto patrimonio de la comunidad, por lo que hizo, hace y hará. Su cuerpo de docentes, profesionales de las áreas del saber, según sus propios estudiantes merece los mejores calificativos.

Actualmente tiene 1579 estudiantes en la jornada matinal, distribuidos en la sede principal y en las siguientes sedes: Escuela Rural Mixta de Tupe, Escuela Rural Mixta No. 2 de Talaigua Nuevo, Escuela Nueva de Caño Hondo y la Escuela Rural Mixta No. 1 de Talaigua Nuevo.

Rectores

Años Nombres y Apellidos Profesión

1969-1970 Eugenio Arrieta Licenciado


1970-1971 Álvaro Cueto Licenciado


1971-1972 Lupe María Montenegro Licenciada


1973- Santiago Bernal Sacerdote


1973-1975 Joce G. Daniels G. Abogado


1975-1977 Antonio Guerrero Canedo Licenciado


1977-1988 Enrique Matute Turizzo Licenciado


1988-1989 Ubadel Villa Mancera Licenciado


1990-1991 Valmiro Canedo de los R. Licenciado


1991-1992 Carlos Ramírez Alvarino Licenciado


1992-1993 Luzmila Matute Turizzo Licenciado


1994-1997 Ubadel Villa Mancera Licenciado


1998-2002 Antonio Guerrero Canedo Licenciado


2003-2006 Juan Mancera Quiroz Licenciado


2006- Ubadel Villa Mancera Licenciado